sábado, 25 de marzo de 2017

El Secreto...

E
l armario donde acababa de encerrar a su muñeca se agitó sobre sus cuatro patas, y de la luna central salió la cabeza, sin orejas, vomitando los ojos de la muñequita.
Andrea los recogió del suelo mientras sentenciaba: -Eso te ha pasado por portarte mal, ya no serás más mi muñeca-, y los guardó en el cesto con todas las otras partes vomitadas.
Al final del pasillo, el bebé de la casa gateaba con el osito preferido de Andrea en la boca.
-Devuélvemelo, que es mío. Lo vas a romper
Su hermanito gateaba más y más deprisa.
-Ven, Alex, bonito, verás que cosas más chulis hay en mi armario
E.Q.B.

5 comentarios:

  1. Demoledor, Impactante... La esencia de un relato corto con final inesperado...

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  2. Me gusta el estilo directo y la forma de contar que tienes

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  3. Muy Bueno, auténtica poesía surrealista.

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  4. La autenticidad siempre es un reto, a veces difícil de alcanzar. Muchas gracias por tu comentario.

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