Para implorarle que
vuelva a casa, Antonio ha ido en busca
de su mujer, que está sentada bajo el
manzano, como siempre que discuten.
Rosa soporta el mal humor de Antonio a trancas y barrancas, y el manzano es su
escape. Antonio lo sabe. A él le gusta hacerle rabiar, y para él es un placer
ofrecerle una pera que saca del bolsillo.
-“Rosa, mujer, la pera del manzano es la fruta más sabrosa, más que esas patatas tuyas que no hay quien las coma. “
Ella sonríe mientras
muerde la pera.
-“Antonio, las patatas no salen de ningún árbol”
-“Ah, ni las peras del
manzano”
E.Q.B.
No hay comentarios:
Publicar un comentario