Cerró los ojos y sopló las velas.
Pidió EL DESEO.
Pidió EL DESEO.
Los abrió ansioso, por si acaso.
Nadie.
Lanzó besos al aire.
Partió la tarta en cuatro trozos.
Llenó de champagne las cuatro copas.
“Por mí, y por esta familia maravillosa que tengo”.
Brindó
Sacó de su cartera el recorte de periódico.
Miró la foto
del accidente.
Nunca más sólo, pensó.
Se vistió su traje
de corte italiano.
Se giró hacia el espejo.
Vio moverse la mano derecha a su sien.
No iba sola.
Sopló por última vez.
Cerró los ojos de nuevo.
Esta vez para siempre.
E.Q.B.
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