ira, Paco, la foto de la boda. ¡Cuándo pienso que nos casamos a las ocho de la mañana de aquel jueves
de la Ascensión, me entran hasta escalofríos! Que no tenía otra hora el cura, ¿será
posible? Siempre había oído yo que la boda era en la iglesia de la novia, pero
todos os empeñasteis que en la del Rosario, que erais muy devotos... Es que tu
familia mandaba y mucho, Paco. No, si yo no digo nada, pero lo digo todo. Ahora
que puedo.
El vestido mío, una preciosidad. No me digas que no. Con aquel raso imperio y
aquellos bordados en las mangas. El
velo me hacía más alta, aunque ya me puse yo mis buenos tacones.
¡Vaya ramo que me regaló tu madre, que en Gloria esté! Si no digo nada, bastante hizo la mujer, pero vamos, que
uno un poquito más armado tampoco la hubiera sacado de pobre.
¡Qué guapo estabas con ese traje a rayas azul! Ninguno te
ha quedado después como éste. Y ya tenía dos años el traje, pero parecía nuevo.
Es verdad, tú has cuidado siempre mucho la ropa y los
zapatos. No, yo no, porque así me dabas dinero y estrenaba. Pues sí, muy chula,
ya lo sabes tú.
Este traje te lo mandaste hacer con el primer sueldo que
cobraste en el banco ¿te acuerdas? Es que nunca fuiste muy ahorrador,
reconócelo. Hasta que juntamos para dar la señal del piso…. Casi no me caso. Ya
me lo decía mi madre, no te vayas a creer.
De mi madre ni media Paco, que bien que nos ayudó cuando tu
enfermedad del pulmón. Si no llega a ser por ella, estabas ya en el otro
barrio. ¡Ay, Dios mío, qué cosas digo! Perdóname.
¡Qué pocos invitados en nuestra boda!, ¿verdad? Es que a
esas horas Paco, el cura y apenas.
Con aquel cocido que hizo tu madre tuvimos para dar de
comer a todos. Y hasta sobró para la noche. Y bien rico que estaba. Tu primo
Aurelio se chupó hasta los codos.
No te preocupes, que a
Aurelio no lo nombro más, no te pongas así. Anda, cambio de álbum y a otra
cosa, mariposa".E.Q.B.
No hay comentarios:
Publicar un comentario