Fotografía obtenida de "lamenteesmaravillosa.com" Art. V. Sabater
e cierran los ojos despacito. Se
inhala el aire por la nariz y el torax se expande. Una sensación de bienestar,
nostalgia y ternura, recorre nuestra espina dorsal. Y ahí estamos, en ese
momento mágico de la niñez. A mi me acaba de ocurrir. La colonia del señor que
acaba de salir por la puerta de mi oficina, me ha transportado a escenas de mi
infancia que me encanta rememorar. Me veo tumbada en la cama, boca abajo, leyendo un cuento que cogí con mi hermana en
la Biblioteca Municipal. Mientras, el sol entra por la ventana, y yo paso las
páginas y me deleito en chupar un chupa chups riquísimo. E.Q.B.
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